Se dice que Mozart tenía una predilección por las expresiones vulgares y utilizaba un lenguaje obsceno en su vida cotidiana. En sus cartas a amigos y familiares, incluía comentarios y bromas picantes, utilizando palabras que hoy en día se considerarían ofensivas. Incluso en su correspondencia profesional con sus libretistas y colaboradores, Mozart no dudaba en emplear un lenguaje coloquial y desenfadado.

Un ejemplo famoso de afición de Mozart por las palabrotas es su famosa composición "Leck mich im Arsch" (Lámeme el trasero).

Esta canción, que sigue un estilo cómico y juguetón, está escrita en alemán coloquial y utiliza un lenguaje provocador y vulgar. Aunque puede resultar chocante para algunos, refleja el lado lúdico y desinhibido de Mozart.

W.A Mozart: Leck mich im Arsch

Es importante destacar que el uso de lenguaje osbceno por parte de Mozart era común en su época y formaba parte de la cultura popular de la época. La sociedad del siglo XVIII tenía una mentalidad diferente en cuanto a la expresión y el lenguaje, y el uso de palabrotas era más aceptado en contextos informales y entre amigos cercanos.

Aunque la afición de Mozart por las palabrotas puede parecer sorprendente, es solo un aspecto más de su personalidad compleja y multifacética. A través de su música, Mozart nos ha dejado un legado de belleza, innovación y genialidad que trasciende cualquier anécdota sobre su uso del lenguaje.

W.A Mozart